20110705

¡Bingo homofóbico!

Una vez más, Twitter nutre a este blog de ideas que no caben en 140 caracteres. Parto relatando el contexto de esta historia: en Chile hay un debate respecto a los derechos de los homosexuales. En particular, el derecho a casarse. A diferencia de los países civilizados y la Argentina, en Chile no hay matrimonio igualitario. De hecho, ni siquiera hay uniones civiles. No hay nada. Los homosexuales que quisieran vincularse con sus parejas tienen muy pocas opciones - alguna vez escuché que algunos usaban la adopción (entre adultos, obviamente) como manera de tener cierto vínculo legal, para cosas de herencias y demases - o, más bien, ninguna. Como en el más fundamentalista de los países islámicos, sí. Más aún: hasta el año 1999 (hace 12 años, nada más), Chile penalizaba el sexo entre dos adultos que consentían, homosexuales desde luego. Todavía existe una inequidad en la edad de consentimiento entre relaciones heterosexuales (14 años), y homosexuales (18) (Fuente).

Dicho todo esto, resulta casi sorprendente que se esté realizando semejante debate en la República Islámica de Chilestán - pero uso la palabra "debate" de manera muy liberal. Verán, los argumentos usados - particularmente en defensa del status quo - son, por ponerlo suavemente, muy malos. Llenos de falacias, mal procesados, endebles, ya desmentidos por la ciencia (o el sentido común), sencillamente poco serios. Lo curioso es que, merced al control de los medios por parte de un grupo reducido de familias ultra-conservadoras y poderosas, estos argumentos se publican en los diarios y medios más grandes del país, repetidamente. Y como son pocos argumentos, porque si fuesen muchos ya habrían dado con alguno que tuviese la menor fuerza, se repiten. Mucho.

Ahora bien, yo no soy una persona que se dedique a llorar sobre la leche derramada. Más bien, la vergüenza ajena me impulsa hacia nuevas fronteras, ansioso por transformarla en un saludable Schadenfraude con el cual transformar nuestra existencia en un lugar más placentero. En este espíritu sano, contagioso y lúdico, es que he desarrollado el bingo homofóbico. ¿Cómo jugarlo? Muy sencillo:

1.- Ármese de la siguiente cartina, algunos porotos o algún otro marcador, y paciencia.

2.- Colecte una cantidad de amigos (puede jugar solo, pero no tiene mucha gracia jugar sin tener a alguien con quien apuntar y reírse, y trollear los comentarios o las respuestas). Igualmente, colecte premios para los ganadores; algunas sugerencias son:
- La colección de hits de Village People o de Cher.
- Una remerita bien ajustada, y/o con lentejuelas
- Una entrada al VIP de Ricky Martin
Adicionalmente, se recomiendan cantidades copiosas de alcohol, para apaciguar cualquier arrebato de ira justificada y/o pérdida de fe en la humanidad.

3.- Una vez que todos tienen su cartina y marcadores, deberán buscar un texto o fuente sobre la cual jugar. Algunas recomendaciones:
- La sección de "cartas al editor" de El Mercurio. Pueden encontrar la versión online sobre la columna a la izquierda en Emol.
- El twitter o el blog de Tere Marinovic. Recomiendo por lo menos dos tragos antes de entrar allí, so pena de perder toda fe en la humanidad.
- Adicionalmente, pueden incursionar en mi twitter o el de @Insurrecta, donde cada tanto aparecen nuevas perlas.

Igualmente, no se sientan limitados por factores culturales o lingüísticos; muchas otras naciones retrógradas, como los EE.UU., fomentan esta clase de "debates". Es cosa de buscar lo que tiene que decir Sarah Palin al respecto, la verdad.

Ahora, para la gente ruda, les ofrecemos una variación: bingo homofóbico extremo. Éste no se juega con premios, ni es necesario - aunque, en pro de evitar casos de intoxicación alcohólica aguda, se recomienda - utilizar alguna clase de marcador para tapar los "argumentos". Lo único que se precisa, en rigor, es la cartina de más arriba, y cantidades copiosas de su trago de preferencia.
¿Cómo jugar? Sencillo: se busca uno o varios textos, twitters, conferencias, etc. y cada vez que aparezca nombrado uno de los argumentos de la cartina, se toma un trago. Dos tragos por la zona rosa en el centro. Se recomiendan tragos ad-hoc al tema: tequila sunrise, daiquiri o algo con granadina, para mayor efecto.

42 no se hace responsable de casos de alcoholemia severa ocasionados por los consejos aquí emitidos, o las consecuencias de exponerse a la brutalidad de la falta de intelecto humano. Tome con moderación.

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