20070227

Mi secundaria no era musical

Supongo que les debo a todos un artículo sobre el fenómeno del momento, High School Musical. Aunque todavía no sé si llamarlo "fenómeno" por su sobreexposición que marca nuevos niveles, o por el antiguo significado de "fenómeno", ese de circo. Ni sé si "momento" es porque se refiere a la actualidad, o porque evidentemente no va a pasar más allá de unas semanas.

¿Pero qué es esta... cosa? Para empezar, es un musical, como el nombre lo indica. Y es de Disney. Eso, de inmediato, nos indica que es un montón de basura cursi y nauseabunda, como cuando la princesa se pone a cantar en esas películas animadas que veíamos de niños, y estábamos largos minutos rodando los ojos y deseando con toda nuestra fuerza que le cayera de una vez el candelabro gigantesco ese encima a la bestia - la que estaba cantando. Y que me parta un rayo si tengo que volver a escuchar un dueto en esas malditas canciones, sobre todo si ese dueto ocurre sobre una alfombra mágica, bajo un candelabro, en una escuela secundaria, o en cualquier otro ambiente que me incite a desear que la alfombra se caiga al Éufrates, que las velas del candelabro le prendan fuego al castillo, o que ocurra otra matanza más de escuela gringa. Los Tres Caballeros era el único musical que Disney logró hacer que no apestara , y todo aquél que esté en desacuerdo... eh... ¿Has estado en Bahía? Ah, y Fantasía, pero ese no cuenta porque nadie cantaba ahí. Todas las películas tienen música; el problema es cuando un personaje las canta - a menos que sea una película sobre Chuck Schuldiner. Pero no es el caso.
En fin, High School Musical. Un fenómeno, como decía, que ha sacado álbumes, revistas, y varias versiones de sí mismo, aparte de comerciales que lo anuncian como si fuera la mejor serie del siglo. ¿Soy el único que ve un problema con ésto? Es una película. Una maldita película de 2 horas (o qué sé yo, que me parta un rayo si tengo que verla para medir su duración). No es una serie que aún no acaba, que están transmitiendo, y que tiene un rating fabuloso. No es innovadora, no es real, no es nada más que otra película sobrevalorada de una compañía que ha dedicado los últimos 30 años de su existencia (por lo menos) a hacer películas sobrevaloradas. Y sin embargo, ninguna tan popular como ésta. ¿Se debe sólo a una masiva campaña publicitaria? Supongo, no recuerdo tales campañas para las películas de Pixar.

¿Pero de qué trata esta película? Para todos aquellos afortunados que aún no la han visto (imposible, porque la repiten como si fuera serie), y gracias a Wikipedia (como dije antes, prefiero tener gonorrea antes que ver este pedacito de mierda líquida), les haré un resumen del argumento detrás de este gasto de cinta: Se trata de dos chicos que se enamoran en una escuela. Más o menos, claro. En realidad, ocurren un montón de cosas, como que algunos amigos mutuos se interponen, como que la chica esconde un oscuro pasado, y en fin, al final los chicos se quedan juntos pero ambiguamente porque hoy por hoy, el tema de "felices por siempre" está out. Y da igual que sea ficción, que esté establecido que es ficción, y que ese detalle no se le escape a nadie, no puede tener un final que se escape un poquito de las normas de la realidad. Dios mío.
En fin, los chicos se conocen en un karaoke (la única parte que sí he visto, luego tuve que ir a la cocina, arrancarme los ojos con cuchillos de mantequilla, y hervirlos en agua salada), cantando una canción muy cursi, lo que les sale muy bien. A ver, si todos entendemos ésto... ¿Quién canta bien en un karaoke? El 90% de la población nunca ha estado en un coro y probablemente no tienen idea de entonar una nota; la historia cubre en parte esto, porque la chica era cantante de coro (creo). ¿Pero él? No, no existe tal cosa como alguien que "descubra" su talento a los 16/17 años, a menos que tenga una voz muy particular (yo que soy bajo, empecé con lo de coro a los 15). Y además, ¿Qué importa? Como si uno estuviera sobrio, y en condiciones de cantar, en un karaoke. No importa que uno sea Luciano Pavarotti, nadie canta bien en un karaoke porque los que saben cantar ya se han bajado al menos dos tragos y se fumaron un porro. "Pero Rodrigo, si son chicos, no toman, en los EE.UU. los chicos no toman, etc." Bah. Mentiras. En el mejor de los casos, sobrios y todo, ¿Qué van a cantar esas idioteces? Si a mí me ponen tamaña mamonería (y que nadie conoce), voy y golpeo al dueño del karaoke con el micrófono, y luego pongo una de Burzum.
En fin, la chica luego resulta que está en la misma secundaria del tipo, y entonces se desarrolla una historia de amor interumpida por... muchas cosas. Me da flojera recordar. Ah, no, ya recordé, ellos deciden entrar a un concurso de canto en el colegio, pero él entrenaba en su equipo de algún deporte gringo (sí, de esos aburridos) y sus sesiones de canto le impedían entrenar. Ahora bien, primero, si yo fuese la chica, no entraría a un concurso de canto con un tipo que no tiene una relación amorosa conmigo o que supiera cantar. A menos que cantase como Mariah Carey o algo, que creo que no es el caso (una vez más, que me coman tiburones ingleses suena como alternativa más agradable que comprobarlo). Y claro, no pueden tener nada porque... no sé, porque está mal ser franco desde el comienzo o algo. Pero vamos a darle mérito a la chica porque seguramente le atraía; o porque de otro modo, no tendríamos película. Y segundo, si voy a entrar a un concurso de canto y no puedo ensayar y jugar en mi día, se deja una de ls actividades y ya. ¿Qué importa lo que tenga que decir el resto? Es fácil: "Entrenador, este semestre dejo de entrenar porque estoy entrenando para un concurso de canto, porque quiero expandirme en otras áreas. Vuelvo el próximo semestre, cuando la mejor capacidad pulmonar que adquiera desafinando durante 6 meses se transforme en una ventaja para mí y para el equipo". Y además, hacer 3 cosas a la vez no es tan difícil. En algún momento, estuve jugando rugby, ensayando con una banda de Dream Theater, y estudiando jornada completa, además de hacer algunas cosas en casa. No duró mucho porque soy muy flojo, pero por otro lado, yo tampoco estoy en una película con premisas surreales.
Así que al chico, entonces, va a dejar de entrenar o algo, pero como era bueno, sus compañeros lo detienen. Grandes amigos. Uno va, e investiga a la chica, y descubre su oscuro pasado de... ¿Prostituta? No. ¿Drogadicta? Tampoco. ¿Simpatizante de Pinochet? Menos. Aunque no me sorprendería. No, lo que descubre... es que la chica... ¡Era inteligente! ¡Qué horror! ¡Santo cielo!


Por favor. Eso es retardado. No, mal, peor que eso. Es... no tengo palabras. La chica aparece como una "einsteineta", con buenas notas y todo eso. Una vulgar matea. A-quién-le-importa. No es como que sea una paria social, porque está ensayando para un concurso de canto con el capitán del equipo, y evidentemente tampoco se mata estudiando, precisamente por eso. ¿Así que, qué importa que tenga mejores notas que el resto? ¿Está mal? Es esa mentalidad mediocre, la que nos tiene sumidos en la mierda. Si alguien viene y me dice "No te juntes con ella, es matea" voy y lo pateo en los huevos.
En fin, finalmente logran sortear estos obstáculos (Ya me lo imagino: "No me importa que decidas dedicar una parte de tu vida a ser una persona culta y que tiene algo que aportar a la humanidad, a pesar de este horrible defecto me caes bien y cantaré contigo"), cantan juntos, ganan o algo, y luego el final ambiguo. Ah, por cierto, si no has visto la película, no leas eso, es el final.
¿Qué tiene de bueno esta película, qué lo hace tan popular? No sé, no me lo imagino. Una teoría es que la gente se identifica con los papeles que llevan a cabo los jóvenes actores, como la que hace de protagonista, la srta. Vanessa Hughes. Que, con 18 años, interpreta a una estudiante de secundaria. Yo tengo su misma edad y nadie me cree que terminé la secundaria hace unos meses. Pero está bien, démosle el beneficio de la duda. El protagonista tiene 19 años, por cierto. Y sin embargo, despiertan furor entre las masas de... eh... no sé, nadie que esté terminando la secundaria vería este pedazo tibio de porquería. ¿O sí?
No sé. Yo tenía una compañera que le gustaba mucho esta película (creo que alguna vez la comentó. Y sí, eso es "gustar mucho" para mí), pero que claramente se identificaba con el personaje principal. No sólo porque tenían la misma edad (como un mes de diferencia con la actriz principal), sino que también porque estudiaba bastante (tenía el primer lugar del curso) pero no se sentía muy orgullosa de eso, me parece. Y también cantaba, aunque tenía un registro un tanto breve porque se la pasaba fumando (en serio. Yo llegaba más alto que ella... bueno, yo he practicado varios años mi registro más alto, y además no fumo. Pero, ¿Qué?) . Y cantaba bien, la verdad (fuera de no poder llegar a los altos), tal vez hubiera ganado algún concurso de canto, si es que hubiera decidido participar en alguno. ¿Le faltaba su príncipe cantor? El más deportista de mi curso, que ahora sigue una no-tan-exitosa carrera de futbolista (¿Qué? Le tengo fe. Es que partió tarde, nomás) no podría cantar para salvar su vida. Y el otro que jugaba bien... en fin, cambio de tema, esta chica se identificaba mucho con el personaje, pero, ¿Qué? Yo no armaría tamaño quilombo por una chica a la que le queda justo el guante. No paga, sencillamente. Así que seguiré sin entender, cada vez que vea uno de esos carteles con los chicos saltando, con ropas coloridas y todo eso. O cuando en Disney, transmiten versiones de karaoke, normales, y con pop-up (carteles que tienen datos irrelevantes), y además comerciales y... ugh. Suficiente. Dejaré de escribir ahora, por el bien de... no sé, mi cabeza. Uf.

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