Ya está. Lo dije. ¿Qué van a hacer, acusarme de nazismo? ¿Desheredarme? Antes de hacerlo, sigan leyendo, claro, si es que sus fuertes convicciones antifascistas (léase: nazis reprimidos) les permiten hacerlo.
Sí, Hitler era un tipo sensible, no es joda. No sólo porque quería ser pintor, sino que porque todas sus acciones son perfectamente comprensibles si uno se sale de todos esos marcos, irrelevantes, de "moral", "ética", o "humanidad" (como derechos humanos). Sarcasmo aparte, me parece algunas acciones del nazismo alemán debieran dejar de ser analizadas bajo el foco distorsionado de la propaganda gringa (que continúa hasta nuestros días) y las medidas hipócritas que se toman como política oficial en algunos estados (Por ejemplo, la negación del holocausto como crimen en varias partes de Europa). El raciocinio no debiera estar subyugado a medidas puramente emocionales; si bien, logro comprender que para mucha gente sea francamente ofensivo un revisionismo de algo tan terrible como el holocausto, transformar ésto en un crimen, uno de cárcel, no difiere mucho del férreo control intelectual que ejercen los peores gobiernos totalitarios; y además el hacerlo, paradojalmente, quita respaldo a la misma causa del holocausto, mitificándolo en vez de establecerlo como evento que resiste el paso del tiempo en la historia, un evento que jamás será olvidado precisamente por las intenciones de aquellos que pretenden negarlo. La diferencia entre historia y leyenda, en pocas palabras.
En fin, Hitler era un hombre sensible, decía. ¿Por qué? Tomemos por ejemplo, el holocausto mismo. No voy a defender el exterminio de buenas a primeras de 6 millones de personas, basado sólo en la etnia, y como consecuencia de haber usado a esta etnia como chivo expiatorio para todos los problemas de la Nación; hacerlo, sería de necios. ¿Pero acaso, no hemos sentido todos, bien dentro de nosotros, el deseo de exterminar a alguien, a una cultura, a un pueblo, borrarlos del mapa? Claro que sí, ustedes lo saben y yo también. Sé de mucha gente que no se molestaría si el Perú se hundiera en las aguas del Pacífico, gente que es evidentemente racista y sin embargo no recibe la misma clase de escarnio, moralmente hablando, que Hitler. Sí, es cierto, hay una diferencia fundamental (Hitler lo hizo, sin tener en consideración ciertas mínimas normas morales; tal vez uno en su posición no lo haría) que es la que nos diferencia del infame dictador, ¿Pero somos realmente tan distintos? ¿Somos mejores, al nivel más básico, que el tipo del bigotito chistoso? ¿O que Stalin?
Interesante interrogante, ¿Cierto? Sin duda, el señor Hitler hizo, lo que dentro de su mente era lo mejor para su pueblo. ¿Estaba mal, moralmente? Sin duda. ¿Estaba mal, en términos prácticos? Cualquier historiador serio tendrá los huevos de reconocer que, al menos antes de 1943, Hitler llevó a Alemania por el buen camino. Para Hitler, lo que hizo estaba tan bien como estuvo para los chilenos en 1860, en la "Pacificación" de la Araucanía; está tan bien como innumerables figuras históricas de gran fama, que armaron grandes imperios. Los impulsos más básicos dentro de nosotros, los impulsos homicidas, animales, no son necesariamente poco efectivos, simples, sino que por el contrario, han cambiado la historia de la humanidad y han hecho grandes a pueblos enteros. Cabe plantearse, entonces, ¿Qué es lo que hace que estén mal? Yo no creo que estén bien. No soy nazi, no apoyo ni justifico a Hitler, creo que su supuesta ideología es un chiste (tras un breve estudio al respecto) y merece gran parte del desprecio que recibe. No hallo modo de censurar más las conductas que llevan a las atrocidades del holocausto, creo que el racismo en cualquiera de sus formas es una conducta firmemente errada; y sin embargo, los más racistas surgen y se imponen al resto. ¿Por qué la diferenciación entre lo conveniente evolutivamente (en cuanto impone a aquellos que adoptan esta conducta; no lo miren como una manifestación eugénica), y lo conveniente moralmente? ¿Por qué es tan radical el modo en que negamos nuestros propios impulsos homicidas, y los censuramos más allá de lo recomendable (o sea, no llevarlos a efecto)? ¿Las grandes distancias que recorremos para sentirnos moralmente superiores a las caricaturas que la propaganda ha creado de personajes históricos terribles? Estoy seguro que por este artículo, muchos me llamarán nazi y fascista; o bien, lo pensarán un rato largo, incapaces de decirlo por más de un motivo. Y es por eso no permitiré comentarios en este caso específico, no tiene que ver con una política de censura sino que no tengo ganas de ser insultado; cualquier comentario decente y bien estructurado, a mi mail.
Planteo, entonces, la interrogante: ¿Qué nos hace mejor que el dictador fascista promedio? ¿Por qué nuestra superioridad moral (presente en nuestra omisión consciente de actos violentos) se representa como algo superior, aunque a los ojos de la historia sea un signo de debilidad? ¿Si Hitler hubiera sido más racional, y menos un "hombre sensible", hubiera llegado a donde llegó, estaríamos en este mundo actual? Respuestas elaboradas a mi mail, ataques personales a mi cara y así se las puedo partir por idiotas.