– La publicidad de Movistar Argentina, que pasa en Youtube antes de los videos – factor que, de por sí, es bastante irritante – y que abre con "a los argentinos…".
Primero: son una empresa con capitales españoles, ¿qué mierda saben sobre qué son los argentinos? Si tanto supiesen sobre los habitantes de este país, dejarían de mandar SPAM via mensaje de texto y se dedicarían a tener un servicio mínimamente decente.
Segundo: ¿qué es eso de "los argentinos somos"? ¿TODOS los argentinos? ¿Es una condición esencial del Ser Argentino, el que te encanta hablar y todo eso que sigue? Es extraño, porque la ley (específicamente, la ley 346) dice lo siguiente sobre ser argentino:
Artículo 1º - Son argentinos:
1º. Todos los individuos nacidos, o que nazcan en el territorio de la República, sea cual fuere la nacionalidad de sus padres, con excepción de los hijos de ministros extranjeros y miembros de la legación residentes en la República.
2º. Los hijos de argentinos nativos, que habiendo nacido en país extranjero optaren por la ciudadanía de origen.
3º. Los nacidos en las legaciones y buques de guerra de la República.
4º. Los nacidos en las repúblicas que formaron parte de las Provincias Unidas del Río de la Plata, antes de la emancipación de aquellas, y que hayan residido en el territorio de la Nación, manifestando su voluntad de serlo.
5º. Los nacidos en mares neutros bajo el pabellón argentino.
Es muy extraño que no se diga absolutamente nada respecto a la supuesta facilidad del habla de los argentinos. Sospecho que, o Movistar está muy mal asesorado por su equipo legal, o – por el contrario – están elucubrando nuevas teorías sobre qué es el Ser de todos los argentinos, teorías que no desarrollan sino que deciden asumir como axiomas en sus campañas publicitarias.
O podrían dejar de apelar al mismo argumento chovinista de mierda para venderte un celular, chino, que pudo o no haber sido armado en Tierra del Fuego. Digo, ¿no?
– Esos videos de "42 frases" (sin relación con este blog, cuya fundación antecede al fenómeno "popular"): ¿Cuándo, si es que alguna vez, fueron graciosas u ocurrentes las "42 frases" de nada? ¿Por qué la gente insiste, todavía hoy, con una idea que nació muerta? Basta.
– Los videos de ese Germán en Youtube: No es que me moleste su performance en sí. O sea: sí, sí me molesta – pero así son los videos de Vloggers en Youtube. Mal editados, mal actuados, mal escritos, mal hechos, pésimamente comentados. Lo que me molesta es que los videos en cuestión me aparezcan permanentemente en la página principal del sitio en cuestión, siendo que jamás hice click en uno ni he demostrado interés alguno en hacerlo. ¿Será por los bots que usa para subirse las visitas? Jamás lo sabremos… no, esperen, sí lo sabemos.
– La lógica empatista respecto a los acontecimientos del Golpe de Estado en Chile: tema muy en boga, y que merecería un post propio. Solo haré un mea culpa, disculpándome por las largas colas que la gente tuvo que soportar para comprar pan (que los comerciantes escondían), y reconociendo que eso justifica totalmente los 17 años de barbarie, largamente documentados, que se dieron bajo la dictadura de Pinochet.
– Malena Pichot. Mis compañeros de casa se obsesionaron hace un tiempito con "Jorge", y desde entonces se me aparece por todos lados (en pantallas, claro. No en persona). No es graciosa, basta.
20130822
Laburo, laburo, laburo
Estoy desempleado. No me afecta tanto, porque estudio una carrera y hago una serie de actividades que me dejan con poco tiempo, pero estas actividades – salvo una honrosa y esporádica mención – no me reportan ingresos. De modo que estoy desempleado: no contribuyo nada a la economía ni a la sociedad. No digamos nada de que el sistema actual colapsaría sin una cantidad saludable de desempleados, por supuesto – no viene al caso.
Acá, como buen bloguero resentido con la sociedad, tendría que culpar al sistema capitalista que es incapaz de proveerme de una forma digna de ganarme la vida. Sin embargo, y sin que esta crítica pierda valor de verdad, el hecho es que hay demasiados trabajos en esta sociedad. Trabajos inútiles, redundantes y muchas veces indignos, pero demasiados al fin y al cabo. Aquí, un repaso que no pretende ser exhaustivo:
- Telemarketer/spammer/similar: ¿quién fue el hombre que decidió que la gente no estaba recibiendo suficiente publicidad y que había que llamarla a sus casas o enviarle correos y quitarle todavía más tiempo para que se enterase de las últimas promociones de cosas que no necesita ni busca? El laburo de telemarketer, cuando no es directamente fraudulento, reposa bajo la idea de que la gente reacciona bien ante la posibilidad de ver invadido su espacio personal. ¿Cuándo fue la última vez, de nuevo excluyendo fraude, que alguien compró algo por teléfono? ¿Que alguien contestó a un correo no deseado? Este es un empleo que desperdicia horas humanas y dinero.
- Periodista de cancha: digamos que, en general, el periodismo deportivo es una actividad que dista mucho de ser vital para la raza humana. Pero dentro de este rubro, un puesto destaca por su inutilidad: el tipo que reporta desde la cancha en un evento de fútbol o deporte similar. ¿Qué hace ahí? ¿A quién le importa qué gesto está haciendo el DT? ¿Cambia en algo el mundo si un día no le pregunta a un futbolista – personaje que dista de ser una lumbrera, casi siempre – al término de un encuentro, la misma pregunta que hace todas las semanas? ¿Hay alguna parte de su trabajo que no pueda ser realizada desde la cabina? ¿Por qué le pagan tanta plata a tipos nefastos para que degraden todavía más al periodismo? ¿Qué se saca? ¿Y Candela? ¿Y la moto?
- Militar: ¿Cuándo fue la última vez que hubo una guerra en serio? ¿Y cuándo fue la última vez que dicha guerra no se dio para defender o ensalzar al dictadorcillo de turno de la república bananera de turno? Los militares están ahí para reprimir a la gente, mantener oligarquías en el poder, efectuar golpes cada tanto y gastar mucho dinero en comprar armas avanzadas que nunca van a usar porque para masacrar indios o pobres basta con una carabina del año '30. Ahora que lo pienso, los militares sí tienen un uso muy importante; solo les falta algo de eficiencia para reprimir con menos recursos.
- Cualquier cosa para la que haya que estudiar "administración": ¡Felicitaciones! Puedes sacar cuentas aritméticas simples.
- Cualquier cosa para la que haya que estudiar o asistir a un curso de "liderazgo" o "emprendimiento": Voy a ser breve, y decir de una vez por todas lo único que se necesita para ser exitoso en un emprendimiento. ¿Listos? Hay que tener plata, mientras más mejor. El resto es paja.
- Seminarista (?) de "liderazgo" o "emprendimiento": Cuando estudiaba filosofía, vimos las andanzas de estos personajes en la Grecia clásica. Claro, en esa época se les llamaba "sofistas" y decían cosas más interesantes, pero el principio es el mismo.
- Seminarista, cura, cardenal, etc: …aunque claro, esos niños no se van a abusar solos, ¿no?
- Bloguero.
Acá, como buen bloguero resentido con la sociedad, tendría que culpar al sistema capitalista que es incapaz de proveerme de una forma digna de ganarme la vida. Sin embargo, y sin que esta crítica pierda valor de verdad, el hecho es que hay demasiados trabajos en esta sociedad. Trabajos inútiles, redundantes y muchas veces indignos, pero demasiados al fin y al cabo. Aquí, un repaso que no pretende ser exhaustivo:
- Telemarketer/spammer/similar: ¿quién fue el hombre que decidió que la gente no estaba recibiendo suficiente publicidad y que había que llamarla a sus casas o enviarle correos y quitarle todavía más tiempo para que se enterase de las últimas promociones de cosas que no necesita ni busca? El laburo de telemarketer, cuando no es directamente fraudulento, reposa bajo la idea de que la gente reacciona bien ante la posibilidad de ver invadido su espacio personal. ¿Cuándo fue la última vez, de nuevo excluyendo fraude, que alguien compró algo por teléfono? ¿Que alguien contestó a un correo no deseado? Este es un empleo que desperdicia horas humanas y dinero.
- Periodista de cancha: digamos que, en general, el periodismo deportivo es una actividad que dista mucho de ser vital para la raza humana. Pero dentro de este rubro, un puesto destaca por su inutilidad: el tipo que reporta desde la cancha en un evento de fútbol o deporte similar. ¿Qué hace ahí? ¿A quién le importa qué gesto está haciendo el DT? ¿Cambia en algo el mundo si un día no le pregunta a un futbolista – personaje que dista de ser una lumbrera, casi siempre – al término de un encuentro, la misma pregunta que hace todas las semanas? ¿Hay alguna parte de su trabajo que no pueda ser realizada desde la cabina? ¿Por qué le pagan tanta plata a tipos nefastos para que degraden todavía más al periodismo? ¿Qué se saca?
- Militar: ¿Cuándo fue la última vez que hubo una guerra en serio? ¿Y cuándo fue la última vez que dicha guerra no se dio para defender o ensalzar al dictadorcillo de turno de la república bananera de turno? Los militares están ahí para reprimir a la gente, mantener oligarquías en el poder, efectuar golpes cada tanto y gastar mucho dinero en comprar armas avanzadas que nunca van a usar porque para masacrar indios o pobres basta con una carabina del año '30. Ahora que lo pienso, los militares sí tienen un uso muy importante; solo les falta algo de eficiencia para reprimir con menos recursos.
- Cualquier cosa para la que haya que estudiar "administración": ¡Felicitaciones! Puedes sacar cuentas aritméticas simples.
- Cualquier cosa para la que haya que estudiar o asistir a un curso de "liderazgo" o "emprendimiento": Voy a ser breve, y decir de una vez por todas lo único que se necesita para ser exitoso en un emprendimiento. ¿Listos? Hay que tener plata, mientras más mejor. El resto es paja.
- Seminarista (?) de "liderazgo" o "emprendimiento": Cuando estudiaba filosofía, vimos las andanzas de estos personajes en la Grecia clásica. Claro, en esa época se les llamaba "sofistas" y decían cosas más interesantes, pero el principio es el mismo.
- Seminarista, cura, cardenal, etc: …aunque claro, esos niños no se van a abusar solos, ¿no?
- Bloguero.
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Aparentemente, todavía hay gente que lee este – o cualquier – blog (!). No sé si sentirme orgulloso, o aterrado por la resiliencia de un archivo que podría, sin ningún problema, destruir cualquier pretensión propia de una carrera en el servicio público. No es como que necesite más evidencia incriminatoria, ¿no? Aunque, honestamente, de este blog me preocupa más mi torpe escritura. Quizás más tarde – léase: nunca – me tome la molestia de corregir algunos errores de redacción en algunas entradas.
Hay dos motivos por los cuales ya no escribo en este blog, con la salvedad de este artículo. Una: tengo Twitter, donde van a parar buena parte de mis reclamos. Para los que no lo siguen, se joden por giles. Dos: las cosas con más desarrollo que estoy escribiendo, las estoy guardando para otros fines más redituares que un blog con 3 vistas diarias, como una posible carrera como comediante, una recopilación publicada como libro, o reciclar el papel en el que estos textos están escritos y venderlo por kilo. Después de todo, hay que comer.
Hay dos motivos por los cuales ya no escribo en este blog, con la salvedad de este artículo. Una: tengo Twitter, donde van a parar buena parte de mis reclamos. Para los que no lo siguen, se joden por giles. Dos: las cosas con más desarrollo que estoy escribiendo, las estoy guardando para otros fines más redituares que un blog con 3 vistas diarias, como una posible carrera como comediante, una recopilación publicada como libro, o reciclar el papel en el que estos textos están escritos y venderlo por kilo. Después de todo, hay que comer.
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