- Que haya botones de 'me gusta' y 'no me gusta' en todos lados. Todos, todos, absolutamente todos lados. Son el mínimo denominador común de cualquier expresión posible, y no es necesario que cada cosa que uno diga o haga deba ser calificado de tal manera.
- La gente que exclama, a continuación de cualquier frase emitida por ellos que tenga alguna clase de doble sentido o subtexto, una suerte de "eeeeeeeehhh", como para que todos admiremos su gracia. Idiotas.
- Arjona. Me irrita profundamente. Pegaron un cartel de su nuevo disco en la esquina, sugiriendo que "las mujeres y las canciones se ven mejor con poquita ropa".
Hay muchos motivos por los que Arjona me irrita de tal modo, pero últimamente se ha sumado otro: él es de esa gente que habla de "los hombres" y "las mujeres". Donde "los hombres" tratan de conquistar a "las mujeres", donde hay toda una dicotomía entre ambos conceptos, la idea de acción/pasión y otros clichés altamente desagradables. Arjona, con su popularidad y su abuso de estos recursos, atrasa 50 años el movimiento feminista sin siquiera arquear las cejas - aunque por otro lado, cualquier idiota de sexo femenino que disfrute semejante agravio a la música no se merece nada de igualdad.
- Que los colectivos no pasen nunca, y luego lleguen tres juntos. Qué ganas de hacerlo esperar a uno al pedo. ¿O acaso se sienten solitos, manga de pelotudos?
- Que cada vez que algo haga mención a Chile, aparezca el infaltable mongólico para hacerlo notar e invitar a sus compatriotas a tomarse el lugar, para a continuación encerrarse en ese dialecto ininteligible para el resto del mundo hispanohablante, cual ghetto virtual. No estoy seguro de qué me irrita más: ese sentido de autoimportancia, como si todo el mundo debiera saber sobre la ocurrencia de Chile en el evento X y su gente, o la incapacidad más absoluta para compartir nada con el resto del mundo sin esa fachada de chauvinismo. Todo bien con estar orgulloso de su país, pero hay un límite y mucha gente lo rebasa sin pudor alguno.
- Que no pueda leer mi cuenta de me.com desde un iPod sin tener que configurar el programa de mail (tipo, si estoy usando el iPod de otro y quiero leer mi correo una única vez).
- Los mineros. O más bien, el circo que se ha armado en torno a ellos. Me tiene podrido.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario