Soplamocos

Hay muchas modas, quizás casi todas, que me repugnan. Algunas, por el carácter ovejil y de pensamiento colectivo (opuesto a la individualidad) que representan y encarnan. Otras, porque son - lejos de un pensamiento colectivo - la imposición de los medios, muchas veces con intereses monetarios y bastante oscuros de por medio. Y aún otras... bueno, porque son feas, nomás. Podré tener muchos problemas con los peinados emo, pero hay gente (mucha menos de la que los usa, desde luego) que podría verse bien con ellos. Hay vestidos que, de hecho, son bastante bonitos.

Pero los bigotitos estos, que se han puesto de moda ahora último... ¿Por qué? ¿Acaso alguien conoce a algún hombre que le quede bien? ¿Acaso a alguien podría quedarle bien? ¿Qué clase de pseudobigote mediocre como éste le sentaría a qué clase de persona? Y me refiero a éste:

Uso a Emanuel Horvilleur porque me cae mal. No por el bigote, desde luego - me parece que su música es mediocre (no necesariamente mala, hay cosas peores... pero es mediocre.) y esa actitud de puto heterosexual cansa muy, muy rápido. Pero además, él representa exactamente este estilo de vello facial, y quizás sea la persona que más posibilidades tiene de parecer alguien decente con él. Lo que, desde luego, nos dice mucho sobre este bigotito.

Sin embargo, no es sólo él quien lo usa: Cada día más y más jóvenes se dejan influenciar por esta maraña de pelos púberes, como si no parecieran mocosos de 13 años cuando se dejan crecer uno de ellos. En serio, ¿Qué esperaban? "Ah, tiene bigote, es adulto". Pamplinas: Se ve mal.

Sí, mal. ¿Por qué? Porque lo que tienen no es un bigote; son tres pelos (y uno debajo del labio) que, desde luego, no merecen tal epíteto. Bigotes hay muchos, desde los de Nietzche a los de Dalí, pasando por el del tipo de Metallica y el de algunos generales prusianos y alemanes - diversos como son, todos tienen algo en común: gritan a los cuatro vientos "Soy macho". Ya sea mientras pintaban cuadros surrealistas o invadían Polonia, nadie se metía con un tipo con bigote porque, todos sabemos, eso significa invariablemente problemas - excepto, claro, otros tipos con bigote. Stalin derrotó a Hitler, Fu Manchú derrotó al buen gusto y Dalí... eh... me gusta el bigote de ese señor.

¿Qué clase de problemas amenaza este pseudobigote? "Te acusaré con mi mamá" y "escribiré poesía, me cortaré las venas y escucharé a Avenged Sevenfold" son dos alternativas que se me vienen a la mente. Como comprenderán, hay una diferencia sustancial entre "pasarás las vacaciones en Auschwitz" y "voy a componer una canción de cuatro acordes acerca de lo malo que fuiste conmigo".

Y sin embargo, la gente insiste en usarlos. Ya sea para comerciales de teléfonos, para comerciales de vino frizzé (que sólo los niños de 13 años toman), o para hacer música fa-bu-lo-za, cada día más y más hombres optan por deshonrar su rostro con este adefesio a la masculinidad. Quisiera pensar que hay un chiste oculto acá, una broma de mal gusto - y quizás sea el caso de Horvilleur. Pero tantos otros... ¿Por qué? No se ven bien. Y los bigotes no son, tampoco, una cosa que uno quisiera dejarse por lo prácticos que son - excepto si uno trabaja pintando casas y olvidó traer su brocha; mas con estos chistes supralabiales, ¿Qué se puede hacer?

Por eso, señores - aféitense el bigote, si no pueden hacerlo crecer. O déjense barba. O intenten darle un poquito de estilo a esos tres pelos que, rebeldes, crecen por sobre sus labios - por el bien de todos, y por un mundo más estético. Gracias.