Uniones que no debieran ser

Como todos saben, si yo fuera emperador del mundo me vestiría muy bien. Pero además, dado que tendría semejante poder, aprovecharía para emplearlo en pro de la humanidad. "¿Pero cómo sabrías qué es lo bueno y lo malo, por sobre el resto?" No, no lo sabría - pero hay algunas, cómo decirlo, pistas claras y evidentes.

Hay, por ejemplo, uniones entre dos cosas, atributos o elementos que han traído más desgracia que bienestar a la humanidad, y este perjuicio es evidente. He aquí algunos ejemplos que, si yo gobernara el mundo, no tendrían lugar de ser. Desde luego, no son los únicos, y no mencionaré algunos evidentes, como Jovino Novoa y el oxígeno o cosas así. En fin, sin más:

- Los Simpsons, y la continuidad en el tiempo: Hay un concepto dentro de la producción de series televisivas que, lamentablemente, no tiene una traducción al español, pero que se conoce como saltar al tiburón. En la página de Wikipedia podrán encontrar una explicación detallada pero, lo que importa a nuestros fines, es que el término se emplea para una serie que ha pasado su punto máximo de calidad y decae, mayormente de la mano de historias incoherentes y exageradas. ¿Suena familiar?
Por supuesto, ejemplos abundan. Friends pasó de ser un sitcom sobre un montón de personajes a una burda caricaturización exagerada de ciertas características de cada personaje, pegoteado con un romancijeo meloso. Seinfeld pasó de ser, bueno, Seinfeld, a... no sé. Seinfeld? Y La Ley y el Orden: U.V.E. saltó al tiburón probablemente cuando la detective del departamento de violaciones, hija de una mujer violada, debía defenderse de un violador que apresó, bajo cargos falsos (de violación) a su compañero detective, cuya familia había sido violada por un cura católico que, en su infancia, había sufrido abusos a manos del jefe de la división de violación de la policía, quien para resolver el caso decide violar la ley.

En fin, me desvío. ¿Por qué Los Simpsons? Sin duda, en los '90 eran una de las mejores comedias que nos ofrecía la TV: Divertida, no muy pesada, pero con una crítica social (o alguna clase de mensaje) representado, de forma caricaturesca (y claro, es una caricatura) pero perceptible. Bart era Bart, el protagonista, y el resto de los personajes funcionaba de modo tal que uno podía identificarlos (no entraré en detalles). Pero claro, las ideas se acaban (o el dinero empieza a influir), Homero comenzó a tomar protagonismo, y a transformarse en un idiota descerebrado, arrastrando consigo a todo el programa. No sé el punto exacto en que Los Simpsons debieron haber sido cancelados, pero probablemente fue entre que empezaron a matar personajes (la primera vez estuvo bien, luego... ya ni qué) y que los pobres sobrevivientes detallaban cada situación absurda, en un patético - y fallido - intento de comedia. No recuerdo la última vez que me reí con un capítulo nuevo de los Simpsons, y si los veo aún es sólo porque, de hecho, pasan capítulos viejos. Y "Lisa la vegatariana", aunque sea por septuagésima quinta vez, sigue siendo más gracioso, inspirador y divertido que alguna otra parodia de una película que no ví.
Sólo quería dedicarle estas últimas líneas a Matt Groening: Púdrete.
Gracias.

- Jack Black, y la palabra "rock": Para todos aquellos afortunados que no vieron Escuela de Rock... ah, al diablo. Jack Black no es un buen actor, me aburre, pero sería inofensivo si no utilizara rock como muletilla. No, no es rockero - su banda no rockea, no más que Juanito el Cantor. Por lo demás, el rock dejó de ser esa entidad metafísica todopoderosa más o menos 15 minutos antes de su concepción, así que ya basta. No es divertido, no es nuevo, no es no-saturante. Duh.

- Metallica y... hm, cualquier instrumento musical: Hablando de cosas que no rockean... originalmente, iba a sugerir "Metallica e instrumentos de cámara", recordando el desastre ferroviario que fue S&M. Me parece que, quienquiera que haya hecho los arreglos orquestrales de ese álbum, tiene un profundo resentimiento hacia la banda (no lo culpo) o hacia la música en general. Probablemente también sea sordo y retardado. No me sorprendería que fuera un mono con unos crayones escribiendo en una partitura, la verdad - un mono enojado con el mundo, sus dueños, y Metallica. No hay palabras para describir el horror que es escuchar a toda una orquesta no atinarle a una sola nota, pero por suerte (!?) para nosotros, sí tenemos otra representación digna de esta desgracia: Cualquier álbum de Metallica, desde el negro en adelante.
Retomando nuestra metáfora de saltar al tiburón, probablemente Metallica sea el paradigma musical de este concepto televisivo. Tras un comienzo prometedor en el Thrash Metal, y varios álbumes dignos de franco elogio, se les murió el bajista y aún así lograron sacar otro excelente álbum, ...and Justice for all. El álbum negro fue una señal de lo que se venía, siendo aún más-que-tolerable pero con demasiadas baladas power para una banda de thrash. Y de ahí... mal, mal, mal.
Metallica saca un nuevo disco por estos días, creo. Espero que el Señor finalmente escuche mis plegarias, y destruya la copia maestra de éste y todos los otros discos que graben, de aquí hasta el día de mi muerte. No podría pedirse menos, especialmente tras St. Anger, disco al que no le dedicaré siquiera palabras.

Por ahora, nada más. Quizás edite esto más tarde, pero no cuenten con ello.