Arrancadme los oídos

Bueno, ya estoy más o menos establecido aquí, en Buenos Aires. Por eso estoy escribiendo acá... porque la música es una tortura. A continuación, describiré algunas de las cacofonías que me ha tocado escuchar, mientras estoy sentado acá porque hace demasiado calor para hacer nada que no involucre una cerveza y dinero para comprarla:
- Maná: Vienen a tocar, ¿eh? Y además, me topé el otro día con una banda tributo a Maná... en el subte, la línea B. Miren, no tengo nada en contra de las bandas tributo (excepto que son poco originales, pero si fuera por eso...) y menos, contra escuchar algo... supongo que música, en mi medio de transporte preferido. ¿Pero Maná? Maná es al rock lo que Moderatto es al heavy metal. Excepto que a nadie le importa Moderatto (tampoco a mí, por eso no escribo sobre ellos) porque nadie me obliga a escucharlos.
Con Maná, no es el caso. Conformados por un baterista sobrevalorado, un cantante gordo y aburrido, dos tipos más, y letras tan cursis que le darían vergüenza a Pablo Neruda, esta banda se ha encargado de torturarnos ininterrumpidamente durante... ¿Cuánto? ¿15, 20 años? 15 ó 20 años más de lo que cubren los derechos humanos, igual. La verdad es que la banda (los músicos) están decentes... no, mentira, todos tienen el talento musical de una taza de vellos púbicos. El cantante parece morsa cocainómana (probablemente lo sea), y no, tener voz rasposa no te hace
único. O talentoso. Ni tampoco esos gritos como bostezos que pega en mitad de las canciones; sí, la técnica "correcta" de canto implica una posición de laringe similar a un bostezo, pero eso no significa que yo tenga que bostezar cada vez que escucho a estos lateros.
¿Mencioné la letra? Dios mío. No sólo con los nombres de los álbumes, tan poco pretenciosos como "Combate de amor"... wtf? ¿Qué clase de título es ese? Nueva regla: Cualquier cosa con el sufijo "de amor" tiene que ser confiscada, quemada, y arrojadas a un vertedero nuclear sus cenizas. Lo mismo para cualquier cosa que repita más de una vez "bendita" y no sea música evangélica (pensándolo bien... aunque sea música evangélica) y para bandas con referencias religiosas. ¿Maná? Pretencioso, y malo.
- Reggae. Todo el Reggae: Wow, una guitarra sincopada, quiero tener tus hijos. Cuando decidí que no iba a fumar para no dañar mi voz, sabía que me estaba perdiendo de algo, como de la capacidad de disfrutar este tedio empaquetado. Si quisiera estar expuesto a 3 horas de monotonía y ritmos extraños, haría los papeles que tengo que hacer en vez de dejarlos para el lunes.
- Metal argentino: Rata Blanca era bueno... no, joda, una canción era medianamente pasable, el resto de los grupos no debiera ni siquiera intentarlo. Increíble, tienen guitarras con distorsión... ¡Y voces agudas! ¿Qué quieren, un premio? La música sigue siendo mala, mala incluso para ser metal. Siga participando.
- Maná, de nuevo: Sí, son así de malos.
- Cualquier cantante solista: Menos los excepcionales Fito Páez y Cerati (que se salva más que nada por Soda Stereo), y algunas cosas de Charly García... no, mentira, sólo una, la que todos conocen. Si tocas solo, eres aburrido. Si tu banda tiene tu nombre, eres pretencioso, presumido, y probablemente igual de aburrido. Y si sólo usas tu primer nombre, además eres un homosexual encubierto (no, joda, ya no estás encubierto). No es que tenga nada en contra de los homosexuales, excepto sus gustos musicales que son, por decir lo menos, cuestionables.
- Catupecu Machu, Ataque 77, y esas bandas como rock-punk: Estoy siendo algo injusto, poniendo a Catupecu Machu (qué porquería de nombre) y a Ataque 77 en el mismo grupo. Además, no me los he topado (por suerte). Pero como son todas estas banditas malísimas, aprovecho de nombrarlas.
- Gustavo Cerati: Es bueno, pero sólo las primeras 3 horas.


Update: La venganza es dulce... ahora puse una versión en vivo de Metropolis, de Dream Theater. Sí, 10 minutos de tonos altos a los que LaBrie (nombre de queso, eh) no llega, y solos interminables y aburridos.